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¿Cómo ayuda la tecnología a contrarrestar el impacto logístico ante un término de las operaciones de carga en el aeropuerto de la CDMX?

Por años el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha brindado operaciones tanto de pasajeros como de carga, sin embargo, hoy su operación está rebasada. Migrar las actividades de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para alivianar sus operaciones podría ser conveniente; sin embargo, esto implicaría retos logísticos importantes para las empresas, que podrían resolverse con tecnología de gestión, planificación y optimización de rutas para mermar los efectos que esta decisión traería consigo.

Por su ubicación geográfica, México es considerado una de las principales puertas de entrada para mercados internacionales. Su conectividad logística, así como la amplia participación comercial que tiene a través de acuerdos con diferentes países, convierten a su economía en un actor relevante para el comercio internacional.

Ante esto, no es de extrañar que el Aeropuerto Internacional Benito Juárez se encuentre dentro del top ten en la lista de aeropuertos con mayor conectividad del mundo, de acuerdo al Top 50 International Airport Megahubs 2022, realizado por la consultora inglesa OAG.

Estas instalaciones transportaron en 2021 a más de 36 mil pasajeros, mientras que al cierre de 2022 este número superó los 46 mil, tanto en vuelos locales como internacionales. Respecto a la carga que se movilizó en el AICM, tan solo durante 2022 las terminales 1 y 2 del aeródromo movilizaron más de 570 mil toneladas de carga aérea. De ésta, más de 87 mil toneladas fueron operaciones nacionales, mientras que el grueso del movimiento de carga fue internacional, registrando el traslado de más de 483 mil toneladas.

No obstante, desde 2014 el Aeropuerto de la Ciudad de México fue declarado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT)  oficialmente saturado, estado que se ha mantenido desde entonces.

Como una medida para descongestionar las operaciones de estas instalaciones, el Gobierno Federal inauguró en marzo de 2022 el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el cual está ubicado en el Estado de México, aproximadamente a una hora 50 del centro de CDMX en automóvil.

Esta terminal aérea cuenta con una superficie de 2 mil 487 hectáreas y tiene capacidad instalada para mover 20 millones de pasajeros y 470 mil toneladas de carga anualmente. Apenas en septiembre del año pasado fue inaugurada la Terminal de Carga y Aduana con la llegada del primer vuelo carguero al AIFA.

Recientemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que se emitirá un decreto para cesar las operaciones de carga desde el AICM a fin de trasladarlas al AIFA. Si bien esta propuesta aún está en revisión por parte de las autoridades competentes, resulta pertinente irse preparando para el impacto logístico que esto podría representar.

Y es que aún cuando el AIFA se encuentra aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del AICM, sigue estando más alejado del centro de la ciudad. Mientras el AICM se encuentra a 11 km de la ciudad, el AIFA se encuentra a 51 kilómetros, una distancia no menor, sobre todo si consideramos el tiempo que esto implica y gasto de recursos particularmente costosos, como el combustible y flota vehicular.

Este aumento en los costos logísticos debería ser asumido tanto por las empresas como los usuarios finales, sin embargo, hay formas de neutralizarlo o bien disminuirlo. ¿La respuesta? tecnología aplicada a la gestión, planificación y optimización de rutas, a través del trabajo de algoritmos potenciados con Inteligencia Artificial y Machine Learning. Estas herramientas no solo permiten realizar el movimiento de mercancías en un menor tiempo a través de la optimización y planificación, sino que también guardan la data de todas estas operaciones con el fin de mejorarlas y además, entrega reportes.

Por otra parte, el Internet de las Cosas (IoT) y su avance ya permite interconectar esta solución con otras herramientas tecnológicas estandarizadas a nivel mundial, lo que, además, facilitaría aun más el proceso logístico.

Con este cambio de aeropuerto para el recibimiento de carga sería inevitable la movilización a través de la carretera federal, sin embargo, el uso de tecnología permitiría disminuir el tiempo y recursos necesarios para la movilización dentro de la Ciudad de México. Esto gracias a que la inteligencia logística busca en tiempo real las rutas más cortas y las vías más despejadas para disminuir los tiempos de traslado. Incluso, gracias a modelos matemáticos especializados, es capaz de analizar el tiempo de los semáforos para elegir las rutas más óptimas.

Este tipo de soluciones, además, consideran el número de entregas, las ventanas horarias de llegada, tiempo total de conducción, capacidad y tipo de carga de los vehículos, distancia entre repartidores y diferentes puntos de entrega, además de la congestión vehicular. Incluso permite guardar información sobre accidentes de tránsito y estado vial de las rutas, para que el resto de conductores los eviten.

Con lo anterior, la tecnología aplicada a la industria logística y particularmente a la última milla es capaz no solo de reducir hasta en un 34 por ciento los costos logísticos, sino     que también aumenta la eficiencia de cada reparto.

Cabe destacar que los procesos de entrega de la última milla representan el 53% del costo total del envío y hasta el 41% de los costos totales de la cadena de suministro. La mayor parte de este gasto está asociado a las rutas de entrega mal optimizadas.

Por tal razón las empresas de cualquier tamaño que realicen entregas a clientes finales deben estar preparadas para cualquier eventualidad sobre este cambio de aeropuerto para la carga. De ahí que la tecnología se convierta en un aliado estratégico para optimizar recursos y aumentar la satisfacción del cliente, al recibir en tiempo y forma sus mercancías.

No podemos controlar los decretos o modificaciones que hagan los gobiernos en temas de carga de mercancías, pero sí podemos tomar acción para usar todos los recursos y optimizar las entregas dentro de las ciudades. Hoy, estamos frente a una oportunidad para pensar fuera de la caja, aprovechémosla.

*El autor es CEO y founder de SimpliRoute, plataforma de inteligencia logística dedicada a la optimización de rutas para grandes, medianas y pequeñas empresas y servicios.