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DEL .COM A LA NECESIDAD DE PLATAFORMAS MOBILE AMIGABLES

Dinamismo y accesibilidad son dos atributos que, si bien definen a los servicios digitales, no siempre estuvieron en el mismo camino.

Si hoy en día navegamos con la comodidad y versatilidad para hacer compras a un clic de distancia es porque el comercio electrónico ha pasado por incontables ensayos de pruebas y errores.

En los años 70, el comercio electrónico era algo exclusivo del modelo B2B, que podía costearse especialistas en el área tecnológica solo para hacer pagos entre empresas, nada de catálogos, accesibilidad para el consumidor o plataformas intuitivas. Pero en 1994, Internet se abrió al mundo de los consumidores del día a día.

Sin embargo, la historia del comercio digital es la misma de la evolución tecnológica; hoy es inviable pensar en un comercio electrónico limitado en catálogo y plataformas. El mismo desarrollo digital ha creado públicos exigentes, que piden versatilidad, comodidad y diversidad.

En México, de acuerdo con un estudio hecho por la proveedora de software Capterra, el 49% de los consumidores en línea utiliza el celular para hacer consultas de compras, solo el 5% navega por medio de una computadora, pero curiosamente, el 46% restante utiliza ambos dispositivos, es decir, hay un crecimiento de compradores omnicanal.

Esto se debe a que hoy en día los consumidores se sienten más relacionados no solo con la amplia gama de canales, sino también por las características propias de la página en una web de escritorio o en una mobile, sin que esto signifique descargar una app.

Cuando una página es amigable con la interfaz de dispositivos móviles, el resultado es una búsqueda dinámica e intuitiva para los usuarios y, debido a que se adapta al estilo de vida del usuario, también es una gran herramienta de datos y preferencias de los compradores.

De acuerdo con datos de Ecomsur, el 80% del tráfico que genera una plataforma de comercio electrónico proviene de dispositivos móviles, mientras que el 65% de las transacciones se hacen por celular, es decir, tenemos un porcentaje amplio para mejorar la experiencia dentro de los celulares.

La facilidad de navegación, los gráficos atractivos, la velocidad de carga, la claridad en la descripción y el tamaño de las letras permiten que la experiencia de compra sea más amigable para el usuario.

Esto no quiere decir que las páginas web necesariamente tengan que migrar a las apps para no quedarse atrás en la carrera por el consumidor, sino que deben ofrecer una experiencia adecuada en su versión móvil, con el objetivo de llegar a nuevos consumidores y presentarles opciones atractivas para elegir sus productos.

De igual manera, tenemos que pensar en la función inclusiva. En México, menos del 50% de los hogares cuentan con una computadora, pero hay 88.2 millones de usuarios de teléfonos celulares, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de Información en los Hogares.

Esto no solo significa un mayor alcance, pues hay más personas con celulares que con computadoras, sino que también nos permite generar experiencias personalizadas.

En las cifras encontramos la lógica y la necesidad para tomar cada vez con más seriedad la presencia de nuestras tiendas en línea en diferentes canales, y en la creación de sitios amigables, intuitivos y accesibles para cualquier persona, lo cual podría generar una ventaja importante con respecto a nuestros competidores.