Micro-fulfillment para atender un nuevo perfil de consumidor
Después de dos años de confinamiento y medidas restrictivas de movilidad, estamos viviendo la primera temporada navideña en la presencialidad. Con el regreso a las actividades cotidianas de compra, celebración y viajes. Sin embargo, ya nada es igual, y el principal cambio que afrontan las empresas es el tener que atender un consumidor digital maduro, que entiende la tecnología, la aplica y hace uso de sus beneficios para obtener algo más que productos, lo que busca es una experiencia.
Hoy en día todas las decisiones de compra que toman los consumidores se realizan a través de canales digitales, si bien, han regresado a las tiendas físicas en muchas ocasiones es sólo para conocer el producto que más tarde van a adquirir a través de una plataforma digital, en la que puedan programar su entrega, el color, modelo, detalles, en pocas palabras una compra cada vez más personalizada, pero también que incluya facilidades de devolución con sólo un click.
De acuerdo con estadísticas de Dematic los nuevos consumidores digitales prefieren la logística y la entrega rápida de los pedidos, y un 77% de ellos eligen marcas o tiendas online que ofrezcan entregas en períodos máximos de 24 horas. Esto se vuelve un verdadero desafío para las cadenas de suministro globales, pues el no tener en existencia el producto, pero sobre todo a distancia cercanas de los domicilios, puede ser una forma de perder ante la competencia.
Es aquí donde el micro procesamiento o micro-fulfillment se convierte en una respuesta para el comercio minorista ante el nuevo tipo de consumidor que cada día es más exigente. Y que ante el aumento de demanda de espacios físicos en zonas urbanas y la poca oferta con precios elevados, la solución puede ser el aprovechamiento de la altura física y los pasillos o estantes estrechos para optimizar la trastienda de un negocio.
La implementación de un sistema micro-fulfillment involucra en todo el proceso interno de un Centro de distribución, en primer lugar, los pedidos se introducen y procesan mediante un sistema de gestión de software, el cual está integrado en una red más amplia. Esto hace que las mercancías se carguen en contenedores mediante tecnología de automatización, un ejemplo de ello son los carros de traslado. Estos contenedores se entregan a los especialistas en logística de las tiendas quienes se encargan de empaquetar los pedidos para su entrega o recolección en punto de venta. Todo este proceso en un pequeño espacio de trastienda.
Adicional a esta gestión de inventario, el software de micro procesamiento en algunos casos permite la recuperación de los datos de compra del consumidor, esto con un correcto análisis de datos permite crear experiencias de compra personalizadas. De acuerdo con un estudio de Dematic una de las claves para mantener la fidelidad del consumidor ante una marca es que el 70% de ellos se sienten emocionalmente comprometidos cuando las marcas conocen sus preferencias individuales.
Pero ¿Cuáles son los beneficios que ofrece la implementación de un sistema micro-fulfillment?, además de coadyuvar en la eficiencia operativa, en primer lugar, para los emprendedores que han ingresado a un ecosistema digital podrán ofrecer sus productos a un número mayor de mercados, puesto que podrán almacenar sus productos en bodegas y enviar a diferentes países, como consecuencia también habrá una disminución de los precios de logística.
Un tercer beneficio es optimizar los precios de entrega, con este sistema las empresas tienen la posibilidad de gestionar un gran volumen de pedidos, especialmente en picos de demanda como es Navidad. En cuarto lugar, podemos señalar el mejorar la experiencia de compra del cliente, a tener una entrega más inmediata y personalizada e incluso mejores políticas de devolución. De acuerdo con un estudio de Microsoft, el 96% de los clientes aseguran que un buen servicio al cliente es importante en su elección de lealtad a una marca.
Las soluciones que actualmente existen el mercado, como el caso del software de Dematic, se pueden adaptar a las necesidades de cada uno de los clientes y pueden construirse e instalarse en un periodo máximo de 12 semanas, esto permite a los minoristas maximizar y emplear mejor su espacio, haciendo posible la logística de pedidos en una hora y al mismo tiempo aumentando la rentabilidad.