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¿QUÉ PASÓ CON LAS CRIPTOMONEDAS Y SU AVANCE EN EL ECOMMERCE?

A principios de la década pasada, el mundo fue testigo de la popularidad y auge de las criptomonedas: divisas únicas en su tipo, totalmente digitales y exentas de regulaciones bancarias e institucionales.

La empresa de servicios financieros Bankrate señala que, para este 2023, hay más de 420 millones de usuarios de criptomonedas en el mundo, los cuales mueven cerca de 804 mil millones de dólares, una cantidad de dinero que no pasa desapercibida a nivel macroeconómico.

Sin embargo, a pesar de este entusiasmo generalizado, el uso de las criptomonedas como método de pago en el comercio digital aún se encuentra estancado, especialmente en países de la región latinoamericana.

Statista refiere que América Latina y el Caribe es una de las regiones más rezagadas con respecto al uso de criptomonedas. Brasil lidera con cerca de 7.2 millones usuarios de aplicaciones de cripto exchange; le siguen Argentina, con poco más de 2 millones; Colombia, con 1.2 millones, y México, junto con Chile, que apenas llegan a los 0.7 millones de usuarios.

En ninguno de los casos representa ni una quinta parte del total de consumidores digitales a nivel país.

Una de las principales preocupaciones para los comercios al aceptar criptomonedas como forma de pago es la volatilidad asociada a ellas, pues su valor no está regulado por un banco central y depende de las estimaciones del mercado.

El valor de las criptomonedas puede fluctuar rápidamente, lo que plantea incertidumbre para los comercios en términos de conversión a moneda fiduciaria y protección de sus márgenes de ganancia.

Por ejemplo, apenas en 2022, dos criptomonedas cayeron rápidamente hasta eliminar por completo su valor: Luna y Terra. Tras un escándalo de fraude que acompañó la caída de estas criptomonedas, el entorno crypto a nivel mundial no solo se tambaleó, sino que también se encontró con la pérdida de confianza de millones de usuarios.

Este bache, aunado a la volatilidad natural de las criptomonedas, ha significado un distanciamiento para los negocios de toda la región, en donde no se ha visto un avance significativo en cuanto a la aceptación de estas divisas.

Supongamos que un retailer quiere vender un gran volumen de productos en fechas de alto tráfico, y decide aceptar criptomonedas como método de pago. Esto implicaría una nueva adopción tecnológica de escala importante, que a su vez necesita de una infraestructura sólida y una comprensión de cómo funcionan estos activos.

Aceptar criptomonedas como método de pago en un Ecommerce requiere de generar conversiones inmediatas para conocer el margen de ganancia, experiencia en la integración de formas de pago, y un conocimiento profundo de ciberseguridad y cryptocurrency para saber qué tipos de divisas serán aceptadas. Hoy en día existen aproximadamente 8 mil 500 criptomonedas.

Según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), durante el Hot Sale 2023 los principales métodos de pagos incluyen tarjetas de crédito, débito y departamentales; en ninguna de sus estadísticas se asoman las criptomonedas.

Esto debido a que muchos comercios, especialmente los más pequeños, aún no cuentan con las herramientas y los conocimientos necesarios para aceptar y gestionar los pagos con criptomonedas de manera eficiente. Por otro lado, los grandes jugadores no se perciben todavía con la confianza de integrar estos métodos de pago para públicos que aún no lo demandan con tanta fuerza como sí sucede en mercados más desarrollados.

No significa que su uso en el comercio digital esté condenado al fracaso, solo que, por el momento, la volatilidad, infraestructura adecuada y el desconocimiento sobre el tema representan barreras significativas para su adopción.

A medida que se aborden estos desafíos y se cree un entorno más favorable y de confianza, las criptomonedas podrán despegar como una forma de pago común en el comercio digital. Por el momento, el diagnóstico hasta este 2023 no ha sido el mejor para las crypto, al menos en Ecommerce. Ya veremos qué panorama nos marca la mitad de la década.