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TENDENCIAS Y REALIDADES

Tendencias en Ecommerce para 2024, como la hiper-personalización, la mayor adopción de sistemas de pago, o el boom de las ventas direct to consumer (D2C) que leemos en las predicciones, pueden no ser aplicables para México en este momento. Quizá más adelante.

Y es que el mercado latinoamericano tiene su propio ritmo. Un año de avances para regiones asiáticas, europeas y anglosajonas puede traducirse en dos o tres periodos para Latinoamérica. Si bien solemos imitar las tendencias de otras regiones, las particularidades de nuestro ecosistema nos obligan a redoblar esfuerzos. Eso sí, con resultados más que óptimos, pues hemos perfeccionado la técnica de aprender de errores ajenos.

En el último año, las ventas en línea en México alcanzaron los 520 mil millones de pesos en 2023, según estimaciones de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO). Aunque el país ha experimentado un crecimiento significativo en el comercio electrónico, existen varios factores que podrían dar la impresión de que está atrasado en comparación con otros países.

En Latinoamérica, México es el segundo país con mayor penetración de Ecommerce con una cuota de mercado de 28.23%, sólo detrás de Brasil, que tiene una penetración de 31.62%, indica un estudio publicado en Statista. Pero nuestro país no ha sido líder en crecimiento en la región, pese al tamaño de su mercado. Argentina fue el país de América Latina que experimentó el mayor crecimiento en comercio electrónico.

Para que el comercio electrónico en México tenga mayor penetración y pueda seguir las tendencias de otras regiones del mundo, se necesita redoblar esfuerzos. Primero, en fomentar una cultura de la compra en línea, una especie de evangelización, que si bien empezó durante la pandemia por Covid-19, falta que se extienda por las generaciones de mayor edad y donde hay menor acceso a la tecnología (el acceso a internet llega al 70% de los hogares mexicanos).

Sin embargo, esta resistencia puede disminuirse si se ofrece seguridad en las transacciones. Esto puede lograrse con estrategias como ofrecer devoluciones sin complicaciones y reembolsos si el producto no es el esperado, así como comunicación constante con el comprador para que pueda rastrear su producto. Acostumbrarnos cada vez más a dejar y leer reseñas sobre los productos adquiridos puede ser un detonador de confianza.

A esto se le suma el reto de enfrentar a dos grandes enemigas del crecimiento exponencial del Ecommerce en México: la informalidad del mercado y la falta de digitalización. Muchos negocios pequeños y locales pueden no tener la capacidad o el conocimiento para establecer una presencia en línea, lo que limita la diversidad y competencia en el mercado electrónico.

Asimismo, hay otro aspecto donde se anticipan grandes retos y áreas de oportunidad: la logística. Lejos del desafío de la conexión entre carreteras o accesos a áreas rurales, se debe adaptar este proceso a una mayor capacidad de inteligencia, de rutas, de eficiencia y de puntualidad.

Además, los comercios deben tener en mente una estrategia con diversas opciones de entrega y envío a costos competitivos. De igual manera, hay un crecimiento importante en el sistema Click and collect o pick up. Hay que aprovechar esta tendencia y apertura para promover más este formato.

Los esfuerzos se hacen más grandes si se piensa en las áreas rurales o remotas. Aunque las grandes empresas ya han puesto especial atención en las entregas de última milla para llegar a esos lugares lejanos.

Si bien hay aún muchas tareas pendientes en el Ecommerce, tampoco podría asegurarse que las tendencias globales en esta materia no pueden seguirse en México. Aunque sí es necesario aprender de la experiencia de los líderes en el mundo, como China, Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Corea del Sur.

La oportunidad de negocio es de una dimensión enorme. Quienes obtengan la mejor tajada del mercado serán quienes aprendan, en primer lugar, que este es un negocio de volumen, y no de precios.